Ah, la mentira. Decimos aborrecerla y nos la encontramos hasta en la sopa… de los cuentos. Menos mal que estas trolas no buscan el daño (como otras) y son casi inocentes. Tan solo se dedican a explicar los principios de las cosas del mundo y nos enseñan ingenio incluso para burlar al destino, aunque sea por breves momentos.
O, simplemente, nos divierten y nos transportan.
Vamos, ¡casi nada!
Érase una vez historias mentirosas de todas clases, de todos los tamaños y de todas las partes del mundo. Ahora que vamos despacio… déjate engañar por la imaginación.
De la narradora
Ella misma cuenta que su vida como narradora oral comenzó “sin yo saberlo” con los estudios de Magisterio (1978-1980) y los de teatro en la Escuela Municipal de Teatro de Guadalajara (1979-1981). Tras años de implicación en el teatro profesional, siendo una de las creadoras de la compañía Fuegos Fatuos, por curiosidad de introdujo en el mundo de los cuentos como narradora oral en la Biblioteca de Guadalajara y ya no dejó de contar, investigar, enseñar y experimentar con las palabras.