La trigésima edición del Maratón de los Cuentos tendrá lugar los días 11, 12 y 13 de junio en su ubicación habitual, el Palacio del Infantado. El tema elegido para celebrar esta efemérides tan especial ha sido Los Te30ros.
El Seminario de Literatura ya está trabajando en la programación, que se desarrollará siempre siguiendo todas las medidas sanitarias vigentes en el momento de su celebración, y de la que iremos informando según se avance en ella.
Puedes descargarte el cartel anunciador en este enlace
Si quieres...
• Pedir hora para contar un cuento: Llama al 650 785 721 o escribe a inscripcionescuentos@gmail.com.
• Contar un cuento sin haber pedido hora: acude de madrugada
• Dibujar en el Maratón de ilustración: Inscripción previa en 949 885 229.
• Recuperar un pin de Maratones pasados: Cuenta de madrugada de 06:00 a 08:00 sobre el tema que tuvo la edición del pin que quieras recuperar.
• Información sobre alojamientos: Oficina de Gestión Turística Municipal. Teléfono 949 887 099 y en la web www.guadalajara.es/es/Turismo/Alojamientos.
• La Oficina de Gestión Turística Municipal y los monumentos abren viernes y sábado de 10:30 a 14:00 y de 17:0 a 19:00; y el domingo de 10:30 a 14:00.
• Escuchar el Maratón por radio: 107.4 de FM y en la web http://srv0510.emisorasonline.com:8025/stream
• Ver las fotografías después del Maratón: www.afgu.org.
• Resolver cualquier duda: Caseta de Información a partir de las 13 h. del viernes 11, o en el teléfono 695 086 814.
Los Te30ros
Hay tesoros que surgen sin buscarlos, como las 247 monedas de oro que aparecieron por casualidad hace 20 años en Cuenca al arreglar una plaza. Hay otros que precisan mucho esfuerzo, como el velero sueco Vasa. Mandado construir por un rey del s. XVII, se hundió en su propia botadura y necesitó tres siglos y el trabajo de mucha gente para salir de nuevo a flote. No es que el Vasa contuviera tesoros: él era el tesoro. Para su construcción se habían talado más de mil robles, y decenas de escultores lo habían colmado de figuras maravillosas. Hoy tiene un museo entero para él en Estocolmo.
Miles de conquistadores, arqueólogos, piratas, mineros de oro y piedras preciosas, ladrones y aventureros de toda laya se han alimentado a lo largo de los siglos con el sueño de encontrar un tesoro. Ellos, a su vez, han alimentado la imaginación colectiva: por ello es en la literatura donde más tesoros hay. Sobre todo en la oral.
Los infinitos relatos de tesoros contados desde el principio de los tiempos darían un pretexto perfecto para dedicar a ese tema un Maratón de los Cuentos. Pero cuando el Maratón llega a su trigésima edición, no hay que buscar un pretexto: como el Vasa, él es el tesoro. Especialmente valioso, porque reúne las dos cosas que pueden hacer que un tesoro surja: el azar que, como a las monedas de Cuenca le hizo aparecer en 1992 casi sin buscarlo, y el tesón de una ciudad que, juntando sus palabras, le mantiene a flote desde entonces.