Cuentos en clave de humor para que pensemos y convirtamos en borrables aquellos recuerdos que no merecen la pena. Las historias son en su mayoría propias, inspiradas en mil situaciones, lecturas, miradas, expresiones, interpretaciones de la realidad. En fin, que seguro que no han sido oídas con anterioridad (si es que no tenemos un “fotocopiador” por medio). Con adultos, busco compartir sensaciones, situaciones e incluso sentimientos, con el único fin de pasar un rato entretenido y volver a casa pensando en que algo bueno ha sucedido. Con niños sólo pretendo no tratarlos como animales de compañía, hablarles del modo más cercano a lo normal y darles nuevos argumentos para que su imaginación vuele. Los cuentos que grabé en la tele (unos sesenta) son todos originales míos y bajo la excusa de un pseudoterror, son ultracorrectos políticamente hablando y, cómo no, tienen las transversales y los valores fundamentales que se exige por todas partes (Canal Sur tiene buenos filtros).