Saldaña cuenta cuentos por lo mismo por lo que otros comen, duermen o cantan: ¡para seguir sonriendo! Sentado en una pompa de jabón escribe sus espectáculos y los lleva al escenario, parque, biblioteca... Cruza las fronteras de las edades sorprendiendo con historias infantiles, para adultos, adolescentes, bebés, abuelos... ¡Qué más da! Todos pueden enamorarse de la palabra. Cuando Saldaña nos cuente un cuento, quizás haga aparecer marionetas, tal vez nos demuestre cuánto poder tiene la magia o vuele malabares, puede que engendre pompas de jabón grandes como tres cabezas o que oculte su rostro tras una máscara llena de fantasía, incluso en algunas ocasiones cobrarán vida a su lado muñecos de peluche, melodías y luces de colores. Porque para él el cuento es algo muy grande. Tan grande que no cabe sólo en la palabra, sino que significa participación, sensaciones, música, ilusión , movimiento y sonrisas. ¡Eso es: el cuento es tan completo como la sonrisa!