“¡Niña, no preguntes tanto!
Pero yo seguí preguntando. ¿Abuela, si te deshaces el moño tu pelo es tan largo que llega hasta el suelo y se me mete por dentro de la tierra? Y algunas veces, solo algunas veces, me contaron la historia de un tren de cartón y de un pueblo de barro. Entonces mis ojos se llenaron de noche”.
SHEREZADE BARDAJÍ debe su nombre a las lecturas de su hermano cuando su madre se quedó embarazada de ella. Creció entre los cuentos que contaba en casa su padre (historias de lobos, de gentes, de los pueblos que tanto conocía) y confiesa que siempre buscó, en medio de las palabras, tiempo para el teatro, la música y el ‘pressing catch’. En Santiago de Compostela empezó a escuchar a narradores de todo tipo y desde entonces no ha parado de contar y de escuchar en Cataluña, Galicia, Andorra… “La palabra es mi oficio cualquier día de la semana”.
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